lunes, 28 de mayo de 2012

LA SALIDA DE GRECIA DE LA EUROZONA



1. Tras prestarle una enorme cantidad de dinero a Grecia para que saneara su economía (hasta 400.000 millones de euros), el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (coalición de instituciones conocida como Troika), ha impuesto al país heleno unas duras condiciones que le obligan a reducir su déficit, subir impuestos y que sus ciudadanos paguen los impuestos que han evadidos. Por este motivo, el gobierno griego se ha visto obligado a tomar duras medidas de austeridad que han hecho que los ciudadanos se decanten por los partidos que se resisten a cumplir las exigencias de Europa. 

Sin embargo, Grecia no ha cumplido con los compromisos adoptados, y no se prevé que vaya a poder pagar las deudas que ha contraído con Europa.

2. Como consecuencia de esta situación, la Unión Europea ha empezado a considerar que Grecia abandone la Eurozona. De hecho, la Comisión Europea ya está planificando cómo actuar si Grecia no consiguiese cumplir con sus obligaciones.  

3. En el caso de que se llegara a ese extremo, Grecia debería decidir si adoptar de nuevo el dracma, o instaurar una nueva moneda. 

4. BENEFICIOS. Si el país saliera de la Eurozona, ya no estaría sujeto al férreo control que le impone actualmente la UE y el Banco Central Europeo. Por tanto, podrían tomar las medidas que creyeran necesarias y gestionar su economía sin restricciones. Además, al devaluarse su moneda, impulsarían el crecimiento y atraerían la inversión extranjera, incentivando la exportación y el turismo. 

5. INCONVENIENTES. Los expertos ven en esta situación más problemas que beneficios. Hablan de que se generaría un paro masivo, migración descontrolada, inflación, parálisis de la banca, quiebra de empresas, revueltas sociales y ascenso de extremismos políticos. El PIB de Grecia caería un 4% y el de los otros países de la Eurozona, un 2%.

6. DEPRECIACIÓN DE LA MONEDA. La disminución de valor de la moneda griega tiene una doble vertiente. Por un lado, como ya hemos dicho, incentivaría la exportación. Sin embargo, también conllevaría consecuencias negativas. 

Los expertos hablan de que la nueva moneda griega se devaluaría un 60%. Esto significa que todo (deudas, depósitos, cuentas corrientes) disminuiría en igual medida su valor. Y, ante esta situación, podría cundir el pánico. Los ciudadanos querrían sacar de los bancos todo su dinero a la vez, y las entidades financieras no tendrían liquidez suficiente para responder. Además, si los clientes retiran el dinero, los bancos no tendrían liquidez tampoco para hacer frente sus compromisos con el Banco Central Europeo, quien les retiraría su apoyo y dejaría de inyectarles la liquidez que necesitan. Así se produciría la quiebra de las entidades financieras, una situación similar a la ocurrida en Argentina, que se denominó corralito y que consistió en imponer limitaciones a los ciudadanos a la hora de retirar su dinero de los bancos.  

7. COSTE PARA LA UE. A día de hoy, entre el Banco Central Europeo, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, se le ha prestado a Grecia un total de 400.000 millones de euros. Si Grecia saliera de la Eurozona, no existirían garantías de poderlo recuperar. De hecho, Grecia se vería obligada a declararse insolvente con respecto a cualquier deuda emitida en euros.

Se habla de unas pérdidas de entre 276.000 y 400.000 millones de euros. En concreto, para España supondría una pérdida de 39.500 millones de euros. 

8. CONSECUENCIAS EN LA EUROZONA. La salida de Grecia supondría desestabilizar por completo la Eurozona. Daría a los mercados la impresión de que el euro es una moneda débil y que es un sistema inestable del que puede salir cualquiera a pesar de haber adquirido compromisos. Además, una vez que uno de los países haya salido de la Eurozona, los mercados apostarían por sacar de ella a otros países que la estuvieran contaminando, como Irlanda, Portugal, España o Italia. 

9. ACTUACIÓN DE LA UE. Precisamente para paliar todos los efectos negativos es para lo que está trabajando la Unión Europea. Lo que se pretende es realizar la salida de Grecia de forma controlada, con el Banco Central Europeo apoyando a las entidades financieras griegas. Desde Bruselas ya advierten a todos los países de la Eurozona que deben preparar planes de contingencia individuales para afrontar la situación si llegara a darse. 

A día de hoy el propio Lukás Papadimos, primer ministro griego, ha admitido que están ya preparando su “poco probable” salida del euro. 

10. CONSECUENCIAS INMEDIATAS. El hecho de que se hiciera pública la posible salida de Grecia del euro hizo que se desplomaran las principales Bolsas internacionales. En España, el Ibex 35 cayó un 3,3% y la Bolsa de Milán llegó hasta el 3,7%. Incluso Wall Street recogió una caída del 1%. 

Además, esta noticia ha hecho que baje la cotización del euro respecto al dólar, que ha llegado a 1,2562 dólares, su nivel más bajo desde julio de 2010. Además, el precio de los bonos estadounidenses aumentó, ya que se incrementó la demanda de compra de dicha deuda por la desconfianza que se generó en torno a la deuda europea. 

Nota: A la salida de Grecia de la Eurozona se le viene denominando Grexit (término formado por las palabras Grecia y Exit).

domingo, 13 de mayo de 2012

¿QUÉ SUPONDRÍA UN RESCATE PARA ESPAÑA?



1. ¿QUÉ ES UN RESCATE ECONÓMICO? Los rescates no son algo nuevo surgido con esta crisis. En todos los periodos de recesión económica se han dado quiebras de estados.
Un país se declara en quiebra cuando sus cuentas públicas no le permiten hacer frente a sus compromisos de pago (tanto con particulares como con organismos internacionales y con otros países). Esto se da cuando los niveles de déficit fiscal y deuda externa son elevados.
Un rescate es una acción de organismos internacionales para evitar el colapso financiero de un país, a través de la que se le presta una cierta cantidad de dinero al país intervenido, para que pueda salir adelante.
2. ¿POR QUÉ NO SE DEJA QUEBRAR UN PAÍS? El problema de dejar que un país entre en quiebra es que no solo perjudicará a este país y a sus ciudadanos. Esta situación también afecta a todos aquellos que hayan comprado la deuda pública de ese país (Banco Central Europeo, países extranjeros, entidades bancarias de otros estados…). Asimismo, la quiebra de países de la Unión Europea podría significar el fin de la misma, ya que sus problemas se contagiarían a sus vecinos, y no existirían fondos suficientes en la Eurozona para rescatarlos a todos.
3. ¿CUÁNDO SE RESCATA UN ESTADO? El momento exacto no está claro. La intervención se hace necesaria cuando se disparan los costes de un país para financiarse en el mercado, es decir, cuando se dispara la prima de riesgo. En Grecia y en Irlanda se procedió al rescate cuando su deuda estaba al 8%, situación que se consideró insostenible. A día de hoy, el bono español está a 5,957%.
4. ¿QUIÉN PAGA EL RESCATE? Los países miembros de la Eurozona. La cantidad que aporta cada país está en función al peso de su PIB en el conjunto de la Eurozona.
5. ¿CUÁNTO CUESTA UN RESCATE? En el caso de Grecia, fueron 110.00 millones de euros. En el de Irlanda, unos 80.000 millones; para el rescate de Portugal se emplearon 26.000 millones.  Sobre futuros rescates, no hay cifras cerradas todavía. La gran preocupación ahora mismo es que la Eurozona no cuenta con recursos necesarios para rescatar a los dos países que se encuentran en zona de máximo riesgo: España e Italia.  Los analistas hablan de que rescatar a España podría llegar a costar 500.000 millones de euros, y que ello implicaría un gran riesgo de contagio para Italia (cuyo rescate ya se está cifrando en 1 billón de euros). 
6. ¿QUÉ TIENE QUE HACER EL RESCATADO? Al prestarle el dinero a un país, la UE le impone una serie de condiciones ineludibles. Si no se cumplen, la UE podría congelarle la transferencia trimestral de dinero. 
Lo primero que se le pide a un país que ha sido rescatado es ahorrar, y dejar sus cuentas en manos del Fondo Monetario Internacional y de la UE. Estos controladores externos suelen imponer las siguientes medidas:
  • Recorte del gasto público en sanidad, educación o prestaciones sociales. 
  • Liberalización de las actividades económicas mediante reformas de los mercados orientadas a potenciar la iniciativa privada. 
  • Privatización de empresas y servicios públicos.
  • Máxima apertura al exterior para garantizar la entrada de capitales extranjeros y eliminación de todo tipo de trabas jurídicas o institucionales a la inversión extranjera. 

7. ¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE EL RESCATE? Los rescates suelen tener los mismos efectos en todos los países en los que se aplica:
  • Efectos muy negativos en los mercados de valores. La bolsa ve como caen los principales índices bursátiles (tanto estadounidenses como europeos). No obstante, los países que están siendo rescatados serían los más perjudicados, ya que esto se percibe como un indicador de que la recuperación económica está muy lejos. 
  • Se produce una pérdida de confianza en los consumidores del sistema financiero. El rescate se asocia con una mala gestión de los bancos ya que estos suelen ser los principales compradores activos de deuda pública. Si un país se declara en suspensión de pagos, todos sus bonos emitidos registran una importante devaluación, lo que disminuiría de modo notable el balance de los bancos que los compraron.
  • La devaluación de la moneda suele ser un hecho inevitable en los rescates. En caso de dudas sobre la rentabilidad de una divisa, los inversores se refugian en otras más líquidas y solventes. Sin embargo, esta devaluación de la moneda suele atraer la inversión extranjera, que ayuda a reflotar la economía. Sin embargo, este efecto colateral no tendrá lugar en los rescates de la Eurozona, por compartir la misma divisa.  Muy al contrario, a nivel europeo existe el riesgo de que los inversores opten por vender euros y comprar dólares cuando una economía se declara insolvente, por el miedo al contagio sobre el resto de países de la Eurozona. Por eso, tras el rescate griego, el mercado ha empezado a plantearse la posibilidad de que algún país miembro abandone la Eurozona, e incluso se ha llegado a cuestionar el futuro de la divisa común. 

8. EN CONTRA DEL RESCATE. La mayoría de los analistas económicos se han posicionado en contra del rescate. Alegan que las medidas que se toman durante los mismos lo único que producen es una depresión de la economía: caídas en la actividad económica, menor ingreso, altas cifras de pobreza y exclusión social. 
Además, también consideran que el dinero necesario para rescatar España sería demasiado, y que una cantidad así desestabilizaría toda la Eurozona. Por otro lado, dicen que el rescate solo beneficiaría a los bancos, quienes obtendrían ventajas no solo financieras: serían beneficiaros de una presión especulativa muy fuerte sobre las emisiones de deuda. 
9. A FAVOR DEL RESCATE. Sin embargo, algunos expertos se han mostrado partidarios del rescate. Los que lo defienden creen que una operación así es difícil que desprestigie nuestra situación más de lo que está actualmente. Además, el alto precio que habría que pagar por nuestro rescate lo ven como una buena baza para negociar con Europa unas condiciones no demasiado duras. Por último, este sector considera que solo sería necesario un rescate de la banca, no del país entero (que en la práctica es lo mismo, pero en la teoría no). A nivel de gobierno se están haciendo numerosas reformas para reducir el déficit e intentar sanear la economía pero, mientras tanto, se hace necesario reactivar la actividad a través del rescate del sector financiero, que supondría un desahogo tanto en el grifo del crédito como para compra de deuda pública. 
10. LA POSTURA DEL GOBIERNO. Por su parte, Mariano Rajoy se ha posicionado totalmente en contra del rescate. Literalmente ha afirmado que: "No es posible rescatar a España, no hay intención, no está en la agenda de nadie y no se necesita". El Ejecutivo considera que las reformas que se han hecho, y las que están por llegar, serán suficientes para reducir el déficit y devolver la confianza a los mercados. 

martes, 8 de mayo de 2012

HISPABONOS Y EUROBONOS



1. Actualmente, cada uno de los países de la Zona Euro emite sus títulos de deuda (es decir, emite bonos a través de los que pide prestada una cierta cantidad de dinero). Sin embargo, no todos los países ofrecen la misma confianza a los compradores de deuda: Alemania es el país que más confianza otorga porque los compradores están seguros de que recuperarán su dinero. Así, la fiabilidad de la deuda de cada país habrá que compararla con la de Alemania, dando esto lugar a la prima de riesgo

2. EUROBONOS. Lo que ahora se está barajando es que los países dejen de emitir deuda de forma individual. Así se crearían los eurobonos, que serían títulos de deuda respaldados por todos los países miembros de la Zona Euro. 

Es decir, que la Zona Euro emitiría deuda pública por el importe que se necesitara, y todos los países estarían obligados por igual a devolver dichas cantidades. Previsiblemente, se haría una media de los diferentes intereses que está pagando cada país (que es mayor según el riesgo de cada estado) y se calcularía un interés medio único para los eurobonos. Este interés de los eurobonos a unos les resultará superior a lo que están pagando ahora, y a otros inferior. 

Esto haría que desapareciera la prima de riesgo tal y como la conocemos ahora. Lo que se haría entonces, para ver la fiabilidad de comprar deuda europea, sería comparar los eurobonos con el bono de Estados Unidos a través del mismo mecanismo que antes usábamos para calcular la prima de riesgo. 

3. ¿A QUIÉN BENEFICIA?  Sobre todo a los países que están pagando más cara su deuda pública: Grecia, Portugal, Irlanda, España  e Italia (sobre todo estos dos últimos, ya que son los únicos del grupo que no están intervenidos). Les beneficiaría porque el sobrecoste que están pagando por su deuda se repartiría entre todos los estados. 

4. ¿A QUIÉN PERJUDICA? Principalmente a Alemania, por ser el país europeo que menos está pagando por su deuda. Pero también a otros países con primas de riesgo baja: Finlandia, Francia, Holanda, Austria y Luxemburgo. Tendrían que empezar a pagar más intereses por la deuda de los que están pagando ahora, ya que tendrían que respaldar a países como España e Italia. 

5. Para que este proyecto saliera adelante, tendría que haber más integración en la Unión Europea. Los países deberán tener una política fiscal común, dictada por un Ministro de Finanzas supranacional

6. DETRACTORES Y PARTIDARIOS. Hasta ahora, Alemania y Francia eran los dos países que se han manifestado completamente en contra de la emisión de esta deuda común. Sin embargo, con la llegada de Hollande al poder en Francia, la situación parece que ha cambiado, ya que el líder francés ha asegurado ser partidario de los eurobonos. 

En el lado contrario, como mayor defensor de los eurobonos, está el Fondo Monetario Internacional que considera que la emisión de eurobonos es necesaria para garantizar una verdadera disciplina presupuestaria de los estados, y más convergencia en la Eurozona. 

7. Por ahora no se ha tomado una decisión definitiva sobre si implantarlos o no. Pero lo cierto es que parece que la última palabra está en Berlín. La aprobación de los mismos deberá contar con el apoyo incondicional de Alemania. 

8. HISPABONOS. De forma paralela a todo esto, España quiere copiar el sistema de los eurobonos, pero a pequeña escala dentro del país. 

Hasta ahora, cada Comunidad Autónoma emitía su deuda pública (pide prestado el dinero que necesita), unas a un interés más bajo y otras más alto, dependiendo de la seguridad que se les dé a los compradores de que van a poder recuperar su dinero. Sin embargo, Luis de Guindos ya ha asegurado que en verano podrían empezar a funcionar los hispabonos

9. Con estos hispabonos, todas las autonomías emitirán su deuda de forma conjunta, y el Estado garantizará una parte de la misma. Así, al igual que pasaría en Europa, unas autonomías pasarían a pagar más intereses de los que están pagando ahora, y otras menos. 
El emisor de dicha deuda sería el Estado, quien luego repartiría el dinero entre las CCAA.

10. Con esto se pretende, primero unificar los intereses que las CCAA están pagando por su deuda; y segundo, reducir dichos intereses en más de 1.000 millones de euros al dotar a los bonos de más seguridad, dado que será el Estado el que respalde el pago. 

El aspecto negativo de este sistema es que el Estado estaría asumiendo la obligación de garantizar una serie de deudas, lo que aumentaría la prima de riesgo, ya que los compradores de deuda estatal podrían pensar que al garantizarse otras obligaciones se corre más riesgo de desatender las iniciales.